y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. (Exo 3:8)
La tierra de la leche y la miel tiene un toque dulce en esas palabras. Después de años de cruel servidumbre y aflicciones, Dios iba a llevar a su pueblo a esa maravillosa tierra. A su gente le era dificil creer esas promesas, sobre todo porque estaba ocupada por Gigantes. Estaban acostumbrados a estar afligidos. Quizás sus enseñanzas bíblicas podrían haber sido pervertidas por los egipcios, diciéndoles que esto era su destino y que era mejor que se acostumbraran. Sus mentes tenia que cambiar y aceptar las promesas de Dios para ellos.
Dios también nos ha dado una tierra de leche y miel. La palabra dice que Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida por medio de Cristo Jesús. (2 Pedro 1: 3) Todo lo que vas a necesitar, lo puedes obtener mediante el conocimiento de la palabra de Dios. Saber lo que dice la palabra de Dios sobre su situación es clave. Vivimos en un mundo caído y está lleno de aflicciones. Cuando naces de nuevo y sirvas a Dios, vas a tener muchas aflicciones. No obstante, viendo el otro lado de la moneda, estamos destinados a la victoria. Dios tiene una manera de librarnos de muchas aflicciones. (Sal 34:19)
Piénselo de esta manera, en una guerra, hay muchas batallas. Hay dos tribus y uno saldrá vencedor. Para el vencedor, va todo los despojos. ¿Qué son los despojos? Esas son recompensas que se han ganado en una guerra, tal como esclavos, oro, plata, etc. ¡El evangelio es buena nuevas! Jesús ganó la victoria y el enemigo fue derrotado. Ha despojados a principados y potestades y los ha exhibido publicamente. (Col 2:15) La victoria ya se gano en el reino espiritual
Entonces, ¿por qué luchamos con nuestros problemas? La razón es que hay que pelear la buena batalla de la fe y esa lucha es con nuestras mentes. Cuando naces de nuevo y estas sirviendo a Dios, Satanás no tiene poder sobre ti espiritualmente, pero ataca la mente. El reino mental es donde lanza sus ataques, pero Dios nos ha dado una herramienta para luchar y esa es la mente de Cristo. (I Cor 2:16)
Cuando ejercita su fe para desarrollar la mente de Cristo en su vida, su forma de pensar cambia. Esa mente (alma) y su Espíritu comienzan a trabajar de acuerdo con la palabra de Dios. La mente de Cristo transformará tu pensamiento y te ayudará a abrir tu libro de tu destino para descubrir la voluntad de Dios para tu vida. (Romanos 12: 2) Resumiendo, si naces de nuevo, estás destinado a ganar en la vida. Eres más que un vencedor. (Rom 8:37.) Por el momento, puede parecer que tienes la espalda contra la pared, pero a medida que descubras quién eres en Cristo y sus beneficios, comenzarás a ver las cosas de una manera diferente.
Oración: Padre, gracias por hablarme hoy. Gracias por mostrarme quién soy en Cristo y lo qué me pertenece. Tomo mi parte de la tierra de la leche y la miel. Las promesas de Dios son mías. Estoy Sanado(a). Soy próspero.(a)Soy tu oveja y escucho tu voz. Muéstrame tu perfecta voluntad en este día: en el nombre de Jesús. Amén.
Un agradecimiento especial a Craig Bradford por permitirnos usar su image. Cortesia de www.unsplash.com
Versículos de la Biblia cortesía de www.Biblegateway.com
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