Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. (Marcos 3:25)
¿Esta su casa está dividida? No hablo del Gobierno, de la ciudad o de la familia, sino de tu cuerpo. Como cristiano, su cuerpo es la casa de Dios. (Hebreos 3: 6) Cuando caminas en la obediencia de Dios y sabes quién eres en Cristo, te conviertes en su casa. La palabra dice que fuiste comprado por un precio. Ese precio fue la sangre de Cristo. (I Cor 6:20)
Tan gloriosa como es la Salvación en Cristo que tenemos que ver todo el area en que se cubre. La Salvacion se extiende a nuestra alma (mente, voluntad y emociones) y cuerpo. Recuerde que en nuestros estudios anteriores, definimos claramente que cuando confiesa a Jesús como tu Salvador, tu espíritu se salva. Eres un ciudadano(a) del reino de Dios, pero tu mente (alma) y tu carne (cuerpo) deben conformarse y estar de acuerdo con el Espíritu de Dios. Una forma en que las Escrituras definen esto es trabjando o desarrollando nuestra salvación con temor y temblor. ..
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12).
Es interesante que la palabra ocupaos se asocia con la palabra griega “Katergazomai” Eso envuelve trabajar con el proposito de traer fruto. El fruto es nuestra liberación. La liberación se define como muchas cosas, pero quiero enfocarme en la liberación de una mentalidad carnal. Una mente carnal es enemistad contra el Señor, por eso las escrituras dicen que tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16) ¿Por qué? Porque si podemos agarrar la promesas de Dios sobre la mente de Cristo y aplicarla a nuestra vidas, podemos transformar el alma. A cambio, haciendo esto, nos permitirá comprender mejor la voluntad de Dios y nos ayudariá a dominar nuestra carne.
¿Cómo agarramos la mente de Cristo? Confesando la palabra de Dios. La confesión trae posesión. La palabra de Dios dice … Tendrá lo que dice. (Marcos 11:23, 2 Cor. 4:13) Cuando agarras la mente de Cristo, entrarás en un reino más profundo del Espíritu donde lo imposible se vuelve posible. Te reto a que tomes la mente de Cristo hoy y veas cómo te transformarás con la identidad de Cristo Jesus.
Oración: Gracias, Señor, por hablarme. Declaro que tengo la mente de Cristo. Declaro que tengo el poder de pudrir todo yugo y levantar toda carga a traves de Cristo Jesus. Ordeno que todos mis pensamientos, voluntad y emociones estén alineados con tu palabra. Tengo la mente de Cristo y escucho tu voz. Gracias por mostrarme hoy tu perfecta voluntad para mi vida. En el nombre de Jesus. Amén.